El sujeto anímico y el sujeto espiritual en Ideas II de Husserl
DOI:
https://doi.org/10.62506/phs.v2i3.113Palabras clave:
Husserl, Psìque, Espirito, IntersubjectividadResumen
En este artículo pretendo mostrar cómo la relación entre el sujeto psíquico (seelischen Ich) y el sujeto espiritual (geistige Ich) es fundamental para la comprensión de la intersubjetividad y del mundo de la vida (Lebenswelt). En Ideas II, Husserl explica cómo, desde el yo, se constituyen las objetividades naturales, psíquicos y espirituales. Estos tres estratos de objetividades son conocidos desde la actitud teórica y la actitud espiritual. En este proceso, el yo se hace explícito. En una actitud teórica, tenemos la constitución de la naturaleza, para la cual el cuerpo (Körper / Leib) es fundamental. Luego, la constitución de seres de naturaleza psíquica, humana o animal, incluida la autopercepción. Asumiendo la actitud espiritual, el otro es percibido (Urpräsenz), inicialmente, como un cuerpo unido a las cosas y, junto a esta percepción, hay una apercepción (Appräsenz) de los horizontes co-dados. Hay una identidad entre el cuerpo de otra persona y el mío, es el momento de la empatía (Einfühlung). El mundo científico se constituye a partir de una actitud teórica que es una reducción del mundo circundante (Umwelt), luego llamado mundo de la vida (Lebenswelt). Este mundo de la vida es el mundo de la actitud espiritual y precede a cualquier comprensión o explicación del mundo. Es, por tanto, a través de la actitud espiritual que la comunidad de sujetos espirituales se constituye y constituye el mundo de la vida.